Lo ha vuelto a hacer. Barack Obama ha derrotado a Hillary Clinton en los caucus de Maine, y es la quinta derrota seguida que le endosa este pasado fin de semana. Como viene siendo costumbre, le ha ganado la mano con una victoria de escándalo, justo cuando Hillary más necesitaba ganar y en un Esado en el que confiaba hacerlo con comodidad.
El margen de la victoria de Obama, 59% frente al 40% de Clinton, habla de un auténtico baño y una sorpresa mayúscula. 15 delegados se lleva el Senador por Illinois de estas tierras norteñas tan frías como hermosas, y se pone por delante de Hillary en el cómputo total.
La crisis provocada por esta múltiple derrota del fin de semana, donde Obama se ha alzado victorioso en Nebraska, Louisiana, Washington, Maine e Islas Vírgenes, ha hecho que Hillary destituya fulminantemente a su campaign manager, Patti Solis Doyle, y ponga a Maggie Williams. Un cambio de cara a la galería mediática y de la opinión pública, ya que en realidad la estrategia electoral la llevan otras personas del equipo. Pero si no cambia algo en profundidad, y de verdad, Hillary puede estar aproximándose al precipio a pasos agigantados y perdiendo la nominación.
El martes 12 hay una nueva cita electoral en las primarias del Potomac, en Virginia, Maryland y el Distrito de Columbia. Una nueva oportunidad para remontar el vuelo para Hillary o para que Obama siga rematándola en plan victorioso.
La dependencia del voto hispano y femenino de Hillary es un techo que bien podría condenarla ante un Obama crecido que va a más en todas las tendencias y que de seguir así será por méritos propios el front-runner del Partido Demócrata.
Texas y Ohio serán decisivas el 4 de marzo. Allí Hillary está obligada a ganar y lleva ventaja por ahora, pero una derrota a manos de Obama, sería casi decisiva.
El juego sucio del Team Clinton de hecho ya ha empezado a funcionar bajo cuerda. Las primeras presiones hacia los superdelegados y para que los delegados de Michigan (156 delegados) y Florida (210 delegados), penalizados por adelantar sus primarias, se sienten en la Convención Demócrata, ya se están produciendo desde el entorno de Hillary. En un previsible empate, esos delegados podrían jugar un papel decisivo, por lo que las influencias y chantajes dentro del establishment del partido, son ya un hecho por parte de los Clinton.
Pase lo que pase de ahora en adelante, lo que es evidente es que Hillary Clinton está siendo derrotada y puesta en evidencia como la candidata errónea del Partido Demócrata, donde hay otros posibles candidatos, muchísimo mejor preparados, que hubieran resultado más interesantes. Incluso mujeres, si ése es el deseo. Obama, sin ser el mejor ni mucho menos, lo está poniendo de relieve.
El Partido Demócrata no ha puesto a sus mejores candidatos en liza en estas primarias. Y en ese escenario, Obama está resultando más brillante que Hillary Clinton. Y no un poco, sino muchísimo más.
lunes, 11 de febrero de 2008
PESCANDO VOTOS EN MAINE
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