domingo, 28 de septiembre de 2008

LA CRISIS FINANCIERA



Los mercados internacionales llevan un tiempo alborotados y la crisis económica se ha extendido a todo el mundo, poniendo de relieve en cada país las flaquezas de cada uno. EE.UU, líder económico mundial y centro neurálgico del capitalismo global, está limpiando su economía de elementos indeseables (hipotecas subprime, bancarrotas, y activos financieros basura) y esto ha provocado que el resto del mundo, dependiente completamente de la economía americana, se haya cogido un resfriado monumental.

La burbuja inmobiliaria ha hecho “crash”, estamos en plena recesión crediticia, con los precios del petróleo por las nubes, la economía desacelerando, el paro aumentando, y la inflación en escalada libre. Así que la crisis económica se extiende a galope tendido. Su demoledor impacto ha hecho tambalear las instituciones expuestas a los riesgos hipotecarios y crediticios de alto riesgo.



El gigantesco rescate lanzado por la Administración Bush el 20 de septiembre pone de manifiesto la magnitud del problema. Primero fueron planes para auxiliar a Fannie Mae y Freddie Mac, que tienen los títulos de la mitad de la deuda hipotecaria de EE.UU, una cifra superior a los 11 billones de dólares, después llegó la crisis de liquidez de la aseguradora American International Group, y por último el mega plan gubernamental de 700.000 millones de dólares para comprar los activos basura en posesión de los bancos, emitir deuda para financiar las operaciones, y volver a venderlos. El plan contempla también la prohibición temporal de operar en las Bolsas a unas 800 empresas que se dedican a “ventas a corto o descubierto” (short selling) y las garantías del Tesoro a las inversiones en fondos mutuos del mercado monetario. De momento, las ayudas financieras anunciadas podrían superar los 1,8 billones de dólares aproximadamente, a falta de nuevas condiciones y detalles, que se irán conociendo próximamente, cuando se produzca el acuerdo bipartidista.



¿Realmente es necesaria esta intervención? Bush, quien tiene toda la información necesaria (al contrario de quienes opinan alegremente), asesorado por los expertos que monitorizan la crisis desde primera línea, y que sigue siendo el presidente de EE.UU (para disgusto de algunos y satisfacción de otros), lo ha dicho alto y claro:

"Nuestro sistema de libre empresa se basa en la convicción de que el gobierno federal debe intervenir en el mercado sólo cuando es necesario".

Y esta vez lo es, dado el enorme problema. Recuerde: las ayudas concedidas hasta ahora a instituciones financieras y propietarios de viviendas, con motivo de la crisis hipotecaria, ascienden ya a 630.000 millones de euros, cuatro billones de dólares se han evaporado de Wall Street, 350.000 al menos han dejado de engordar las carteras de inversión por efecto de las minusvalías, miles de empleos perdidos, quiebras de los bancos de inversión, y cuatro millones de viviendas han sido embargados en EE.UU. Por citar sólo unos datos relevantes.



Algunos especialistas hablaban incluso ya de black swan o colapso total del sistema.
Los bancos de inversión como Lehman Brothers, en bancarrota y comprado por Barclays Bank, o Goldman Sachs y Morgan Stanley, han sido objeto del juego del mercado y el riesgo. Unas veces ganaron, y mucho, y ahora les ha tocado perder.
Esto no significa que sea el fin de los EE.UU, el neoliberalismo o el capitalismo, como pregonan con insistencia y manifiesta ignorancia los sectores de siempre. Ya hubo otras crisis en el pasado: la Gran Depresión del 29 (infinitivamente más desastrosa, con cientos de bancos en quiebra, la gente perdiendo todo cuanto tenía, un desempleo del 25% y un desgarro social de costa a costa); la crisis financiera asiática de finales de los 90; la quiebra de las empresas .com en esta década de 2000, que pinchó la burbuja tecnológica y pulverizó billones de dólares en el Nasdaq; o la crisis bursátil de octubre del 87, con los bonos basura de Michael Milken, cuando las bolsas del mundo se colapsaron y cayeron en caída libre; sólo Wall Street perdió entonces el 22,6 % de su valor, o sea, 500 billones de dólares.
Así que, por favor, “analistas” de diverso pelaje que salen por doquier, dejen de dar la brasa con el tema.



El mercado hubiera podido encargarse del actual problema hipotecario, cierto, entonces ¿A qué intervenir? ¿Por qué un gobierno como el de Bush, defensor del libre mercado realiza semejante rescate financiero? Se preguntan los lumbreras liberales y hasta los “expertos” e “iluminados” progresistas.

Las respuestas no son fáciles ni sencillas, pero sinteticemos: los riesgos de esta situación descontrolada podría terminar por contaminar al resto de la economía sana; de hecho, ya ha provocado enormes turbulencias financieras, pérdidas colosales, y una crisis galopante que se extiende y aún tiene recorrido hasta que depure los excesos y la codicia de los últimos años.
Los que andan clamando como posesos que EE.UU ha abrazado el socialismo por intervenir en el mercado, están tan equivocados como los que niegan que este rescate vaya a ser efectivo o necesario, o los progresistas que claman desgañitándose que la Administración Bush también recurre a las nacionalizaciones para resolver el problema y que es el fin del libre mercado.

Para empezar, el anuncio del plan de Bush ha supuesto una medida de confianza que todos los mercados bursátiles han agradecido. Eso es evidente. Se hacía necesario un claro liderazgo en este tema y el plan anti crisis marca ese liderazgo. Porque dice alto y claro que el gobierno norteamericano se va a tomar en serio la gestión de esos fondos basura que contaminan y distorsionan los mercados financieros. Con éstos controlados, el dinero volverá a circular con normalidad y confianza por los mercados internacionales. Una confianza que se trasladará a las plazas bursátiles, a la calle y los ciudadanos.
Mientras en Europa aún se debate qué hacer, EE.UU toma la iniciativa y adopta medidas para solucionar el problema.

Ahora bien, esa normalización dependerá también de que se implemente un adecuado plan de rescate, de su correcta gestión y el alcance del mismo, que no debe convertirse en una intervención continua en la economía. Los que andan vociferando por ahí que EE.UU nacionaliza y no sé qué más historias sobre que la economía americana está en bancarrota, el fin del libre mercado y otras idioteces por el estilo, deben saber que esta situación es grave, por supuesto, pero no el fin del capitalismo americano (tranquilos, podrán seguir despotricando contra EE.UU después de esta crisis o denunciando otras crisis futuras); deben saber que el gigantesco tamaño de la economía americana y su formidable capacidad de generar riqueza puede absorber estas pérdidas y revertir la situación para volver a generar optimismo y crecimiento económico. Sobre todo si, tras sanear el sistema, se deja al libre mercado que genere nuevas oportunidades económicas, como se ha hecho en EE.UU siempre.
La clave estará en gestionar bien esta intervención y en parar la misma en el momento apropiado para que las fuerzas del libre mercado dejen prosperar la economía americana. Es un difícil equilibrio porque el plan va a necesitar también del libre mercado para funcionar plenamente. Pero hacerlo es factible.

Recordemos que durante la década de lo 30 la Corporación Financiera para la Reconstrucción, puesta en marcha por la Administración de Herbert Hoover, ya capeó y gestionó las inversiones durante la Gran Depresión.
En 1989 hubo un rescate similar de la deuda hipotecaria de 1043 bancos y cajas de ahorros de créditos regionales, estimado en 400.000 millones de dólares, en suspensión de pagos tras el estallido de otra burbuja inmobiliaria, a través de la Resolution Trust Corporation (RTC), que también costó en principio dinero del contribuyente, aunque la gestión realizada después logró recuperar la mitad de ese dinero. Todos sabemos que la mayoría de los bancos implicados cerraron, pero el sistema de libre mercado siguió funcionando después de aquello.
Ahora volverá a pasar lo mismo, pero es preciso saber que el saneamiento económico será necesario.

¿Esto significa que está bien lo que ha pasado? Pues no, oiga, ni mucho menos.
La cultura del endeudamiento, un sistema financiero poco capitalizado, el altísimo nivel de endeudamiento de la gente y el consumo desenfrenado por encima de las propias posibilidades, está en la base del problema, conjuntamente con un sistema bancario borracho de ganancias a cualquier precio, abusando de la ingeniería financiera basada en la deuda, ciertos ejecutivos y directivos buscando el máximo beneficio con productos financieros cada vez más arriesgados, y algunos reguladores financieros, como las agencias de rating y los bancos centrales que, por lo visto, estaban de vacaciones, tomando copas, o vaya usted a saber qué….cuando pasó el desmadre padre. En realidad algunos de ellos conocían el desmadre, tanto que participaban de él.

El Estado va a tener que intervenir en alguna medida para poner orden, como medida excepcional. La forma y el alcance en que se gestione esa intervención, así como la cantidad de dinero que se inyecte al mercado, es la clave de todo el meollo. Porque es lógico que el sistema se proteja y salvaguarde de los riesgos de los “excesos económicos” o “activos tóxicos” para impedir una infección masiva del sistema, pero también lo es que el contribuyente responsable no tenga por qué pagar el coste íntegro de las locuras de quienes vivieron por encima de sus posibilidades y de la avaricia de los bancos, los ejecutivos acostumbrados a ganar dinero fácil sin esfuerzo y grandes apalancamientos (leverage), y la connivencia de algunos de los que trabajan en el sistema regulador y supervisor.
La correcta gestión de este plan y la vuelta al mercado libre lo antes posible son las claves para que el gobierno, los bancos y los contribuyentes puedan ganar o disminuir las pérdidas en vez de llevarse un batacazo monumental o abrir las puertas a una crisis aún mayor.



Los que piensen que sólo EE.UU va a soportar los efectos de esa tormenta financiera, se equivocan totalmente. España, con ligeras variaciones, tiene el mismo problema de burbuja inmobiliaria, hipotecas subprime y crisis económica (llámenlas hipotecas por el 120% superior del valor del inmueble financiado, créditos de riesgo, créditos sindicatos a inmobiliarias, ratios de capital dañados por las bajas bursátiles, morosidad creciente, fuentes de financiación sin efectivo, tasaciones artificiales, un déficit por cuenta corriente que supera el 10% del PIB, corrupción, ineficiencia, poca competitividad, elevada deuda de los hogares, etc, etc), y que todo esto aflore es cuestión de tiempo y forma. En modo alguno España va a quedar ajena a esta crisis, por más que el inútil gobierno socialista de Zapatero, ineficaz y poco competente, manipule la información en provecho propio (echando la culpa a EE.UU o Bush de todo; como siempre, nada nuevo en ese lodazal ideológico del socialismo español) y aportando poco o nada para resolver los problemas económicos españoles. Por lo demás, nada sorprendente viniendo del amigo de “joyas” como Chávez, Castro y Ahmadineyad; el tipo que no se levantó al paso de la bandera de EE.UU, y que, en justicia, bien lo está pagando y lo pagará.

Queda aún mucha crisis hasta llegar al final del túnel y ver la luz de un nuevo crecimiento económico, próspero y saludable. La solución, como siempre, llegará de los propios EE.UU. Y en esa solución tendrá mucho que decir el próximo presidente, ya sea Obama o McCain, como ya se está viendo en este final de campaña electoral. Precisamente, ha sido el candidato Republicano quien ha colocado, con sus últimas iniciativas, el interés del país por encima de coyunturas electorales.

domingo, 21 de septiembre de 2008

LOS 300 ACTUALES



La batalla de las Termópilas, en Esparta, nos dejó una de las mayores gestas del hombre en la lucha por la libertad. La película 300, dirigida por Zack Snyder, una adaptación de la novela gráfica de Frank Miller, que narra de forma libre aquellos acontecimientos, se ha convertido ya en un clásico y un ejemplo de cine espectáculo de calidad con mensaje.



La mirada en la pantalla, atenta. La respiración, contenida. Los nervios, a punto de saltar. La emoción, a flor de piel.





La belleza dura de sus imágenes y las palabras precisas con que está narrada la película, en la voz de Dilios, uno de aquellos 300 espartanos libres, nos recuerda no sólo una batalla épica en la Historia sino un ejemplo de sacrificio en aras de la libertad humana.
Pero ¿dónde encontramos a los 300 en la actualidad? No hay duda, no hay equivocación posible. Los 300 de hoy son soldados norteamericanos que se juegan la vida en Iraq, Afganistán y los frentes abiertos contra el terrorismo islamista y los enemigos de los EE.UU. Como aquellos espartanos, los norteamericanos de hoy combaten por la libertad y la seguridad de su pueblo y su país.






Solos, enfrentados al mayor peligro que pueda imaginarse, con la muerte acechando en una carretera o en una esquina, en una emboscada o en una batalla en Faluya, Mosul o Kandahar. Sometidos a tensión, en el punto de mira de los terroristas, de combatientes ilegales que no respetan normas de guerra ni convenciones legales de ningún tipo, moneda de cambio de políticos sin escrúpulos que sólo buscan el poder a cualquier precio, al precio de la derrota si hace falta; con aliados incansables que no cejan en el apoyo año tras año, en todo momento, en toda situación, con fortaleza moral, con una palabra amiga, con un gesto valiente; enviados a combatir bajo el análisis de medios de comunicación más enemigos que amigos, en situaciones extremas, al límite de la capacidad humana, de la resistencia, del valor.







Nuestros 300 de hoy son marines, pilotos, Rangers, Deltas, SEALS, y soldados que luchan a miles de millas de distancia de casa; por la libertad, por los EE.UU, por la Constitución de su país.
En ellos viven el honor, el valor, la lealtad y la dignidad que pueda quedar en este mundo. Son los 300 actuales, que viven y mueren por la libertad. 300 estadounidenses. Oficiales, suboficiales y soldados. Blancos, negros, hispanos, nativos americanos y asiáticos. Soldados americanos. 300. Es sólo un número, es sólo un concepto. Son ellos, los 300 que resisten el embate del terrorismo y de un enemigo que se cuela por todas partes en la democracia y la destruye tanto por fuera como por dentro.
Aislados, a veces incomprendidos, vilipendiados, odiados, manipulados, alejados, no escuchados. Son los 300 actuales. Norteamericanos libres, herederos de los valientes espartanos, por coraje y determinación.







La batalla, infernal. Los disparos, atronadores. Los muertos, que no cesan. El heroísmo, cada día, cada noche, en cada soldado. La misión, lo más importante. La defensa de los EE.UU en un mundo plagado de enemigos, internos y externos, que intenta destruir el mayor experimento de libertad y progreso del mundo. Los EE.UU. La mayor democracia, la cuna de la libertad moderna.
Norteamericanos en combate. Siempre. En la Independencia, en El Álamo, en la Europa amenazada por el nazismo y el comunismo. En Asia. En Iraq. En Afganistán.
300 norteamericanos defienden la libertad, a veces contra los Quintas Columnas que debilitan el propio país desde dentro.





No hace falta retroceder a la Batalla de las Termópilas para encontrar un ejemplo de valor y heroísmo. Sólo que este mundo borracho de riqueza, ególatra y cada vez más carente de valores, no puede, no sabe, no quiere mirar el ejemplo de valor y resistencia de los norteamericanos en la guerra contra el terrorismo.
Los corruptos, los derrotistas, los débiles de ánimo y los falsos, no quieren, no pueden, no saben reconocer a los 300 actuales.
Pero los que sí pueden, los que sí saben, los que lo hacen diariamente, apoyan con arrojo a los soldados norteamericanos, se dejan la piel en su defensa; también son 300, también son patriotas de la libertad. Soldados en un mundo que necesita muchos 300 capaces de defender la libertad de todos. La libertad de EE.UU. La libertad del mundo.





Y ahora, en este momento de la Historia, crucial y decisivo, cuando las fuerzas del terrorismo amenazan la libertad, amenazan los EE.UU, el único faro real que ilumina la dignidad de los seres humanos libres, estamos miles de norteamericanos combatiendo hombro con hombro por el país que los Padres Fundadores legaron al mundo. Ese experimento de igualdad y libertad supremo. Ahora, 232 años después de la Independencia, combatimos de nuevo por un futuro de Civilización. Ahora, con buena parte de la opinión pública mundial y la prensa en contra, algo alentador para cualquier norteamericano con valor y sangre en las venas, enfrentamos de nuevo la lucha por la libertad y un futuro mejor.







Tiemblan los terroristas. Miles de norteamericanos, de hombres libres a los que no les importa la manipulación de la prensa, hombres leales que se dejan la piel por su hermano de armas y por su patria, están prestos para combatir hasta el fin.








La mirada en el horizonte, atenta. La respiración, contenida. Los nervios, a punto de saltar. La emoción, a flor de piel. El combate, cuerpo a cuerpo.
Y en este instante decisivo resistimos hasta la victoria. En Iraq. En Afganistán. Por la libertad. Por los EE.UU. 300 norteamericanos. 300 patriotas. ¡Hacia la victoria!





300 Movie Trailer:

300 Spartans:

300 Call to Battle:


Para saber más sobre la película, visite el excelente blog de cine:
http://nestorcine.blogspot.com

Los 300 actuales.
Tribute to U.S. soldiers:



A Final Salute:


To our Fallen Marines:


The Few, The Proud, The Marines:


Tribute to U.S. Soldiers 2:



Distintas sensibilidades de interpretación para un mismo propósito: el himno nacional de EE.UU. La razón de por qué luchamos en unos minutos intensos. Emotivo, conmovedor, el espíritu americano en un himno que es algo más, el Himno por excelencia de la libertad.


U.S. National Anthem by Sandi Patty:


U.S. National Anthem by Cadets & US Herald Trumpet Corps



U.S. National Anthem by Lila McCann:

U.S. National Anthem by Trisha Yearwood:



U.S. National Anthem by Whitney Houston:


U.S. National Anthem by Josh Groban:


U.S. National Anthem by Charlie Daniels Band:


U.S. National Anthem by Gaither Vocal Band:


U.S. National Anthem by Jaycie:

miércoles, 17 de septiembre de 2008

RECORDANDO A ELVIS PRESLEY Y FRANK SINATRA

Cualquier día es bueno para recordar a dos iconos de la cultura popular y la música norteamericana: Elvis Presley y Frank Sinatra. Dos de los más grandes artistas que ha ofrecido EE.UU al mundo, cuya herencia musical sigue vigente hoy día.

No es preciso recurrir a efemérides para volver la mirada hacia estos monstruos de la música, dos pedazos de artistas, exponentes de cómo se hacían las cosas antes: sin artificios, con toneladas de talento, pasión, y esfuerzo.
De vez en cuando conviene ver la autenticidad que representaban Elvis y Sinatra, lo buenos que eran como artistas, cuando la palabra ARTISTA aún significaba algo.

Nada mejor que escuchar y ver a los inimitables originales para entender los fenómenos que supusieron y la impronta que dejaron en la Historia de la música. Por eso y porque siempre es un placer recuperar lo auténtico y lo bueno, les invito a disfrutar estos vídeos. Una selección de canciones que me han acompañado de una u otra manera en determinados momentos de mi vida.

Aparte todo cuanto no sea la música y déjese llevar por los más grandes, los incomparables Elvis Presley y Frank Sinatra.

Frank Sinatra, My Way. Plenitud de voz y facultades artísticas. Impresionante.



Frank Sinatra, Strangers in the night. Un clásico eterno. Profundo, enorme, Sinatra en estado puro.



Strangers in the night in live:




Frank Sinatra, New York, New York. Un tributo a New York, la ciudad de los sueños y la libertad. La diversidad de América, el pasado, el presente, el futuro…Todo en la voz incomparable de Sinatra.



Frank Sinatra, Something stupid. Romanticismo, inocencia, los sentimientos a flor de piel.



Frank Sinatra, Jingle Bells. Christmas auténtica, cuando la Navidad aún era Navidad. Un tiempo en la memoria de cada uno. La vuelta a las raíces. True Christmas. La época del reencuentro.



Frank Sinatra, Let it snow. Más Navidad clásica. Diversión, hogar, ilusiones, sueños, amor...





Elvis Presley, My Way. Siempre a su manera. Faltaría más. El mundo a sus pies desde Hawai.



Elvis Presley, Suspicious mind. Una canción inolvidable, el mejor Elvis, la superación, las emociones, el ritmo, la libertad mecida en una canción.



Elvis Presley, Johnny Be Good. Rock and roll auténtico, apogeo de facultades, garganta prodigiosa, una voz para siempre, la voz del rock americano. Para siempre.



Elvis Presley, You’re always on my mind. Los sentidos despiertos, todas las emociones con unas palabras y una música inolvidables; el vello de punta, las lágrimas en los ojos, sinceridad de sentimientos; una declaración inapelable al corazón.



Elvis Presley, In the Ghetto. Genuino, conmovedor, sin palabras.



Elvis Presley, My Boy. Pasión, fuerza, emociones, sinceridad, directo al corazón.



Elvis Presley, Help me make me it through the night. Para escuchar en las largas noches y dejarse llevar.



Elvis Presley, I believe. Volver a creer. Intensidad. La magia de una voz irrepetible. La fe en el talento.

domingo, 14 de septiembre de 2008

LA IRRESISTIBLE ASCENSIÓN REPUBLICANA



Desde la elección de Sarah Palin y la celebración de la Convención Nacional Republicana, la ascensión en la intención de voto por el ticket McCain-Palin se viene reflejando en todas las encuestas. La cosa tiene preocupados a los Demócratas. Normal, porque lo que pensaban ya estaba hecho, una victoria arrasadora en noviembre, de repente se les ha puesto cuesta arriba.

Pero no son los únicos que andan preocupados y desvelados por esta situación. Buena parte de la prensa y los medios de comunicación norteamericanos e internacionales, muy independientes ellos (o sea, pro Obama y pro Demócratas con toda la cara y sin vergüenza), están como un flan porque ese intento de proyecto Kennedyano llamado Barack Obama, no termina de cuajar entre los escépticos votantes norteamericanos. ¡Parece mentira! ¡Estos americanos incultos! Deben estar pensando estas elites intelectuales de tres al cuarto que no se enteran de lo que pasa en la América real.
Estos americanos no saben votar como el resto del mundo civilizado desearía que hicieran, como los mass media desearían. ¡Será posible! ¡Qué insulto! ¡Qué desvergüenza! Ni que fueran libres, ni que supieran pensar.

La campaña electoral se ha puesto al rojo vivo con una decisión del más que astuto McCain: la elección de Sarah Palin para acompañarle en el viaje a la Casa Blanca. Obama tuvo su oportunidad y la echó a perder eligiendo a Joe Biden. ¡Por Dios!, ¿a quién se le ocurre hacer esta elección? Si esto es un aviso de lo que nos espera si sale elegido President, es para echarse a temblar.

Así que los Republicanos están entusiasmados con Palin, con McCain y con esta recta final de campaña. Los Demócratas y los medios de comunicación que los apoyan (como decir la mayoría), andan enfurecidos porque el debate de ideas vuelve a la escena con fuerza. El tándem McCain-Palin está defendiendo con ahínco y brillantez una serie de políticas en materia educativa, energética, seguridad nacional, y economía, entre otras.

El ticket Obama-Biden está más perdido que nunca, a remolque. La oratoria brillante del Demócrata ha dejado ver en estos meses que hay poca sustancia tras ese discurso ampuloso y efectista. De ahí su empeño en endurecer el tono de la campaña, recurriendo a insultos camuflados, como el célebre del pintalabios del cerdo, y conectando a McCain con las políticas de Bush. Pero esa estrategia tiene un problema: la gente en EE.UU conoce muy bien a McCain y reconocen a Palin como una de los suyos, alguien de la comunidad, con sus virtudes y defectos, pero no perteneciente al establishment, esa clase de personas que hacen y dicen lo que sea para asegurar sus poltronas económicas y sociales, heredadas la mayoría de las veces; una clase en la que, mire usted por dónde, abundan los que se hacen llamar Demócratas (cuestión que da para otro debate, porque los Demócratas no eran esto que vemos ahora).

McCain-Palin están hablando en esta campaña de los temas que importan a los americanos y sus propuestas empiezan a convencer a una mayoría de que son las adecuadas para ser impulsadas desde la Casa Blanca. La retórica de Obama se está desinflando ante el empuje de las ideas convincentes y sólidas que defienden los Republicanos. El entusiasmo que ha despertado la llegada de Sarah Palin en las bases conservadoras ha puesto de manifiesto la acertada decisión de McCain. Con un Partido Republicano activo y unido, la victoria en las urnas está más cerca.

Para desánimo de los Demócratas, McCain-Palin representa el cambio real que tanto vienen pregonando ellos, y que se dirige a Washington D.C, pero llega, como tantas veces ha sucedido en la Historia, desde el lado Republicano. Por eso están que se suben por las paredes. Los Republicanos han tenido el descaro de incluir una mujer como candidata a Vicepresidente, y encima es una pro-vida, defensora a ultranza de la Segunda Enmienda, y una patriota de verdad; la compañera perfecta para McCain. Ni todos los ataques que está sufriendo Palin, mujer de extraordinario valor y capacidad, aún por descubrir por muchos, van a poder mermar el impacto que supone su entrada en la política nacional.
Los debates en televisión se presentan como cruciales en estas elecciones, habida cuenta de lo reñida que va a ser la elección en noviembre. Hoy por hoy McCain aparece con más posibilidades, una agenda política más cohesionada, y mejor posicionado en los swing states que le pueden dar la victoria: Michigan, Pennsylvania, Ohio, Colorado, Virginia, New Mexico…

Con el activo dinamizador de Palin entre las bases conservadoras y la experiencia y liderazgo indiscutibles de McCain trabajando conjuntamente, Obama-Biden lo van a tener muy complicado para ganar. El discurso Demócrata debe presentar propuestas solventes sobre la mesa, dejarse de retóricas vacías y alejarse de ciertos planteamientos (como la retirada de Iraq, por poner un ejemplo). Como es difícil que lo hagan, el ticket McCain-Palin pueden ganar estas elecciones conservando el territorio ganado por Bush en 2004 y obteniendo algún swing state más.

Y el mundo, los medios de comunicación, la prensa, y los de siempre en EE.UU, España y en tantas partes, se quedarán con cara de tontos y el recurso al pataleo. Eso por desconocimiento, manipulación, y prepotencia intelectual.

jueves, 11 de septiembre de 2008

11/S: 7º ANIVERSARIO

Cuando las palabras no alcanzan a definir lo que sucedió aquél 11 de Septiembre de 2001, podemos recuperar las imágenes y recordar todo de nuevo. Los sentimientos y las emociones regresan y comprendemos por qué EE.UU sigue en guerra.




Desde aquí mi homenaje y tributo a los caídos el 11/S.

Nunca os olvidaremos.







domingo, 7 de septiembre de 2008

CONVENCIONES NACIONALES



La campaña electoral de 2008 está sirviendo para tomar el pulso de algunos de los temas candentes de actualidad. Este año los asuntos que centran toda la atención son la economía, la seguridad nacional, la política energética, las fuentes renovables, el petróleo, y las nuevas tecnologías.
Durante la gira por Pennsylvania, que realizó John McCain en agosto, puso el acento sobre energías renovables, trenes híbridos, y nuevas tecnologías. Además, recordó las palabras de Obama sobre los habitantes de las zonas rurales, mostrando respeto y comprensión por quienes defienden la Segunda Enmienda y practican su religión.
El candidato Republicano, en contraste con Barack Obama, que se tomó una semana de vacaciones en Hawai, siguió estando al pie del cañón en agosto, haciendo campaña electoral. Así, aprovechó su estancia en Pennsylvania para hablar de la guerra en Georgia, abogando por una política dura ante Rusia.
Obama, mientras se relajaba en la cálida Hawai, dejó un spot en antena en el que describía a McCain como una celebridad de los programas de televisión y relacionado con los intereses de los lobbies que operan en Washington D.C., en un intento por revertir las acusaciones del Republicano. Es hábil pero la gente conoce a McCain y no es fácil que lo identifiquen de esa manera.
Su postura sobre la guerra en Georgia, le forzó a interrumpir brevemente sus vacaciones para declararse, primero, a favor de una negociación entre las partes, y después, para condenar la agresión de Rusia, aproximándose algo a la postura de McCain. Sólo la llegada de la Convención Nacional Demócrata le obligó a ponerse las pilas de nuevo.
Y lo hizo con fuerza renovada, eso hay que concedérselo. La Convención resultó un espectáculo extraordinario para TV y el discurso de aceptación en el Invesco Field logró los objetivos deseados de impacto mediático y subida de los índices de popularidad.



Pero este impacto se vio pronto desplazado por el anuncio de McCain de llevar en tu tickect electoral a Sarah Palin, la Gobernadora de Alaska, como candidada a Vicepresidente, un extraordinario golpe de efecto. La campaña Republicana en Missouri y la rápida reacción de McCain ante la llegada del huracán Gustav a las costas de Luisiana, postergando los actos de la Convención, han puesto al veterano candidato en el primer plano de actualidad, mostrándolo como un serio aspirante que se toma los intereses del país en primer lugar, por encima de los suyos propios y del partido, y ejerciendo el tipo de liderazgo que EE.UU necesita en estos tiempos.
El desplazamiento de McCain-Palin a Mississippi para conocer de primera mano las actividades de emergencias relacionadas con el huracán Gustav ha marcado un importante gesto de cómo hace las cosas el nuevo equipo Republicano.
El ticket Obama-Biden ha seguido entretanto su gira iniciada en Pennsilvania por tierras de Ohio y Michigan antes de continuar por separado.
Pero obviamente la atención mediática de estos días ha estado en la Convención Republicana, donde han impactado los discursos de Sarah Palin y John McCain. Ni siquiera la entrevista a Obama en Fox News conseguió eclipsar este hecho.
Esta es una de esas ocasiones en que merece la pena leer las palabras de los candidatos y no extractos o análisis interesados. Suenan a autenticidad y prometen un ticket electoral combativo y con muchas prosibilidades de ganar en Noviembre.



Así se expresó Sarah Palin en su brillante discurso de aceptación de la candidatura a Vicepresidente:
(...) "Antes de convertirme en Gobernadora del gran estado de Alaska, fui Alcaldesa de mi pueblo. Y ya que nuestros oponentes en esta elección presidencial parecen mirar con desprecio esa experiencia, dejarme que les explique lo que el puesto implica. Supongo que el alcalde de un pueblo pequeño es en cierto modo como un 'organizador comunitario', excepto que tiene responsabilidades reales."

"Podría añadir que en los pueblos pequeños, no sabemos de qué es capaz un candidato que prodiga elogios a la gente trabajadora cuando estos están escuchando, y luego habla sobre cómo amargados se aferran a su religión y las armas cuando esa gente no está escuchando. Tendemos a preferir candidatos que no hablan sobre nosotros de una manera en Scranton, y de otra en San Francisco. En cuanto a mi compañero de fórmula, podéis estar seguros que allá donde vaya, y ante cualquiera que esté escuchando, John McCain es el mismo hombre."

(...) "No soy un miembro del establishment político permanente. Y he aprendido rápido, estos últimos días, que si no eres un miembro bien situado en la élite de Washington, algunos en los medios te consideran un candidato no cualificado por esa sóla razón. Pero aquí va un pequeño avance informativo para todos esos reporteros y comentaristas: no voy a Washington a buscar su aprobación. Voy a Washington para servir a la gente de este país."

(...) "Nuestros oponentes dicen, una y otra vez, que perforar no resolverá todos los problemas energéticos de América. Como si todos no supieramos ya eso. Pero el hecho de que las perforaciones no resuelvan todos los problemas no es excusa para no hacer nada. Empezando en enero, en una Administración McCain-Palin, vamos a colocar más tuberías de distribución, construir más plantas nucleares, crear empleos con carbón limpio, y avanzar en energía solar, eólica, geotérmica, y otras fuentes alternativas. Necesitamos las fuentes de energía americanas, traídas hasta vosotros por el ingenio americano, y producidas por trabajadores americanos."

(...) "A pesar de la feroz oposición de los lobbyistas de las compañías petroleras, que suelen gustar de mantener las cosas como estaban, (en Alaska) rompimos su monopolio en energía y recursos. Como Gobernadora, insistí en la competición y limpieza para acabar con su control sobre nuestro estado, y devolvérselo al pueblo. Luché para traer uno de los más grandes proyectos de infraestructura del sector privado en la historia de Norteamérica."

"Y cuando ese acuerdo fue alcanzado, empezamos la construcción de un gasoducto de cerca de 40,000 millones de dólares para ayudar a conducir a América hacia la independencia energética. Ese gasoducto, cuando la última sección esté terminada y sus válvulas sean abiertas, llevará a América un pasó más lejos de la dependencia de poderes extranjeros peligrosos que no llevan nuestro interés en su corazón."

(...) "Escuchándole (a Obama) hablar, es fácil olvidar que este es el hombre que ha sido autor de dos libros de memorias, pero de ni una sóla ley o reforma. Ni siquiera en el Senado estatal. Este es un hombre que puede dar un discurso completo sobre las guerras que América está luchando, y nunca usar la palabra 'victoria' excepto cuando habla sobre su propia campaña."

"Pero cuando la ofuscación de la retórica pasa, cuando el rugido de la multitud se apaga, cuando las luces del estadio se van, y esas columnas griegas de espuma de poliestireno son transportadas de nuevo a un montón de algún taller... ¿cual es exactamente el plan de nuestro oponente? ¿Qué quiere realmente llevar a cabo, después de devolver las aguas a su sitio y cicatrizar el planeta? La respuesta es hacer el Gobierno más grande, coger más de vuestro dinero, daros más órdenes desde Washington, y reducir la fortaleza de América en un mundo peligroso.

"América necesita más energía... nuestro oponente está en contra de producirla. La victoria en Iraq está por fin a la vista... él quiere perder. Estados terroristas están buscando nuevas armas sin retrasos... él quiere reunirse con ellos sin condiciones previas. Los terroristas de Al Qaeda planean todavía infligir daños catastróficos a América... él está preocupado de que alguien les lea sus derechos. El Gobierno es demasiado grande... el lo quiere hacer más. El Congreso gasta demasiado... él promete más. Los impuestos son demasiado altos... él quiere elevarlos...

(...) "Aquí está cómo yo veo la elección a la que los americanos se enfrentan en estas elecciones. En política, hay algunos candidatos que utilizan el cambio para promover sus carreras. Y luego están aquellos, como John McCain, que utilizan sus carreras para promover el cambio." (...)
Y así lo hizo John McCain, de forma humilde y serena, aceptando su candidatura a Presidente de los Estados Unidos:
(...) "Sabeis que he sido llamado un maverick. A veces es un cumplido, y a veces no. Lo que de verdad significa es que entiendo para quién trabajo. No trabajo para mí mismo. Trabajo para vosotros.

He luchado contra la corrupción, y no importó si los culpables eran demócratas o republicanos. Violaron su confianza pública, y tenían que ser hechos responsables. Luché contra los grandes derrochadores en los dos partidos, que gastan vuestro dinero en cosas que ni necesitais ni queréis, mientras pasáis apuros para comprar comida, llenar el depósito de combustible, y pagar vuestras hipotecas. He luchado para librarnos de cheques de millones de dólares en nuestras elecciones. He luchado contra lobbyistas que robaron a las tribus indias. Luché contra tratos deshonestos en el Pentágono. Luché contra las compañías de tabaco y los abogados, compañías farmacéuticas y jefes sindicales.


Luché por la estrategia correcta y más tropas en Iraq, cuando no era popular hacerlo. Y cuando los expertos dijeron que mi campaña estaba acabada, yo dije que prefería perder una elección que ver a mi país perder una guerra."

(...) "Lucho por los americanos. Lucho por vosotros. Lucho por Bill y Sue Nebe, de Farmington Hills, Michigan, que perdieron sus inversiones inmobiliarias en el peor mercado mobiliario. Bill consiguió un trabajo temporal después de estar siete meses sin trabajar. Sue tiene tres empleos para ayudar a pagar las facturas.

Lucho por Jake y Toni Wimmer, de Franklin County, Pennsylvania. Jake trabaja en un puerto de embarque, entrena en las ligas menores, y recauda dinero para los discapacitados mentales y físicos. Toni es una maestra. Tienen dos hijos, el más joven, Luke, ha sido diagnosticado con autismo. Sus vidas deberían importar a la gente que eligen para un cargo público. Ellos me importan a mí.

Lucho por la familia de Matthew Stanley de Wolfboro, New Hampshire, que murió sirviendo a nuestro país en Iraq. Yo llevo su brazalete y pienso en él todos los días. Intento honrar su sacrificio asegurando que el país que su hijo amaba y al que nunca regresó, permanezca seguro de sus enemigos.


Lucho para restaurar el orgullo y los principios de nuestro partido. Fuimos electos para cambias Washington, y dejamos que Washington nos cambiara. Perdimos la confianza del pueblo americano cuando algunos republicanos cayeron en la tentación de la corrupción. Perdimos su confianza cuando más que reformar el Gobierno, ambos partidos lo hicieron más grande. Perdimos su confianza cuando en lugar de liberarnos de una peligrosa dependencia del petroleo extranjero, los dos partidos y el Senador Obama aprobaron otro proyecto de bienestar corporativo para las compañías petroleras. Perdimos su confianza, cuando valoramos nuestro poder por encima de nuestros principios.


Vamos a cambiar eso. Recuperaremos la confianza de la gente, defendiendo los valores que América admira. El partido de Lincoln, Roosevelt, y Reagan va a volver a sus fundamentos."

(...) "Mantendré los impuestos bajos y los recortaré donde pueda. Mi oponente los elevará. Abriré nuevos mercados a nuestros bienes y servicios. Mi oponente los cerrará. Recortaré el gasto del Gobierno. Él lo incrementará. Mi recorte de impuestos creará empleos. Su incremento de impuestos los eliminará. Mi plan de asistencia sanitaria facilitará que más americanos puedan encontrar y conservar seguro médico. Su plan forzará a los pequeños negocios a recortar empleos, reducir sueldos, y forzar a las familias a utilizar un sistema de salud manejado por el Gobierno, en el que un burócrata está entre vosotros y vuestro médico. "

(...) "La educación es el asunto de derechos civiles de este siglo. Hemos ganado acceso igual a la educación pública. ¿Pero cual es el valor de acceder a una escuela defectuosa? Necesitamos reorganizar totalmente la fracasada burocracia escolar con competición, otorgar poderes a los padres para elegir, remover barreras para cualificar a los instructores, atraer y recompensar a los buenos maestros, y ayudar a los malos maestros a buscar otra línea de trabajo.

Cuando una escuela pública fracasa en sus obligaciones hacia los estudiantes, los padres merecen una elección en la educación de sus hijos. Y yo intento dársela. Algunos pueden elegir una escuela pública mejor. Algunos pueden elegir una privada. Muchos elegirán una escuela pública experimental. Pero ellos tendrán esa elección, y sus hijos tendrán esa oportunidad.


El Senador Obama quiere que nuestras escuelas respondan a los sindicatos y afiancen la burocracia. Yo quiero que las escuelas respondan a padres y estudiantes. Y cuando yo sea Presidente, lo harán."

(...) "Cuando yo sea Presidente, vamos a embarcarnos en el proyecto nacional más ambicioso en décadas. Vamos a dejar de enviar 700,000 millones de dólares al año a países a los que no gustamos mucho. Atacaremos el problema en todos los frentes. Produciremos más energía en casa. Perforaremos más bienes en el mar, y los perforaremos ahora. Construiremos más plantas nucleares. Desarrollaremos más carbón limpio. Incrementaremos el uso del viento, la marea, el sol y el gas natural. Fomentaremos el desarrollo y uso de automóviles híbridos, eléctricos, y de combustible flexible.

El Senador Obama cree que podemos conseguir la independencia energética sin más perforaciones, y sin más energía nuclear. Pero los americanos sabemos mejor que eso. Debemos utilizar todos los recursos y desarrollar todas las tecnologías necesarias para rescatar nuestra economía del daño causado por los crecientes precios del petróleo, y restaurar la salud de nuestro planeta. Es un plan ambicioso, pero los americanos son ambiciosos por naturaleza, y hemos enfrentado mayores desafíos. Es hora de que demostremos al mundo de nuevo cómo lideramos los americanos."

(...) "Estoy muy orgulloso de haber introducido a nuestra futura Vicepresidenta al país. Pero no puedo esperar hasta introducirla en Washington. Y dejarme ofrecer un avance advirtiendo a esa multitud de Washington de viejos, derrochadores, que no hacen nada, los del yo primero, el país segundo: viene cambio."

(...) "El constante rencor partidista que nos impide resolver problemas no es una causa, es un síntoma. Es lo que ocurre cuando la gente va a Washington a trabajar para ellos mismos y no para ti. Una y otra vez, yo he trabajo con miembros de ambos partidos para arreglar problemas que necesitaban ser solucionados. Es así como gobernaré como Presidente. Alargaré mi mano a cualquiera que me ayude a poner este país en marcha otra vez. Tengo ese historial y las cicatrices para probarlo. El Senador Obama no."


(...) "Hace mucho, algo inusual me ocurrió que me enseñó la lección más valiosa de mi vida. Fui bendecido por la desgracia. Fui bendecido porque serví en compañía de héroes, y presencié miles de actos de coraje, compasión y amor.
Una mañana de octubre, en el golfo de Tonkin, me preparé para mi misión número 23 sobre Vietnam del Norte. No estaba preocupado porque no pudiera volver sano y salvo. Pensaba que era más duro que nadie. Era muy independiente entonces también. Me gustaba romper algunas reglas, y escoger algunas luchas por diversión. Pero lo hacía por mi propio placer, mi propio orgullo. No pensaba que había una causa más importante que yo.


Entonces me encontré cayendo en mitad de un pequeño lago en la ciduad de Hanoi, con dos brazos rotos, una pierna rota, y una multitud enfadada esperando recibirme. Fui depositado en una oscura celda, y dejado morir. Nunca me sentí tan mal. Cuando descubrieron que mi padre era un almirante, me llevaron a un hospital. No pudieron soldar mis huesos apropiadamente, así que sólo me pusieorn una escayola de cualquier manera. Cuando no mejoré, y bajé unas cien libras, me colocaron en una celda con otros dos americanos. No podía hacer nada. Ni siquiera podía alimentarme. Ellos lo hicieron por mí. Empezaba a aprender los límites de mi egoísta independencia. Esos hombres salvaron mi vida.


Estaba en confinamiento solitario cuando mis captores me ofrecieron liberarme. Sabía por qué. Si iba a casa, lo utilizarían como propaganda para desmoralizar a los demás prisioneros. Nuestro código decía que sólo podríamos ir a casa respetando el orden de nuestra captura, y había hombres que habían sido derribados antes que yo. Pensé sobre ello. No estaba en buena condición, y echaba de menos todo de América. Pero lo rechacé.


Muchos prisioneros estaban peor que yo. Yo había sido maltratado antes, pero no tan mal como otros. Siempre me gustó pavonearme para demostrar a los otros tipos que era suficientemente duro. Pero después de rechazar su oferta, me trataron más duramente de lo que lo habían hecho nunca antes. Por mucho tiempo. Y me destrozaron.

Cuando me llevaron de vuelta a mi celda, estaba lastimado y avergonzado, y no sabía cómo enfrentaría a los demás prisioneros. El buen hombre de la celda de al lado, mi amigo, Bob Craner, me salvó. A través de la pared me dijo que había peleado tan duro como podía. Ningún hombre puede defenderse sólo siempre. Y luego me dijo que me levantase y luchase otra vez por nuestro país, y por los hombres con los que tuve el honor de servir. Porque cada día ellos lucharon por mí.

Me enamoré de mi país cuando fui un prisionero en el país de otro. Lo amé no sólo por las comodidades de la vida de aquí. Lo amé por su decencia; por su fe en la sabiduría, justicia y bondad de su pueblo. Lo amé porque no era sólo un lugar, sino una idea, una causa por la que valía la pena luchar. Nunca más fui el mismo. No fui más un hombre egoísta. Fui un hombre de mi país."


(...) "Levantaos para defender a nuestro país de sus enemigos. Levantaos por los unos por los otros, por la bella, bendecida y generosa América. Levantaos, levantaos, levantaos y luchar. Nada es inevitable aquí. Somos americanos, y nunca abandonamos. Nunca lo dejamos. Nunca nos escondemos de la historia. Hacemos historia." (...)

Ambos discursos pueden ser vistos aquí:

John McCain:


Sarah Palin:


La campaña electoral de los Republicanos se está centrando prioritariamente en aquellos Estados que pueden garantizarle la Presidencia a McCain, por lo que no es extraño que McCain y Palin hayan viajado hasta Michigan para continuar con los actos electorales apenas concluida la Convención. Estados como Pennsylvania, Ohio, Wisconsin, Michigan, Missouri, y Colorado, van a ser decisivos en esta contienda. McCain lo sabe y se está volcando en ellos.

A dos meses de la cita electoral, John McCain ha hecho una jugada maestra con la elección de Sarah Palin. No será la última, para disgusto de los Demócratas, que pensaban ganada esta elección antes de tiempo. La victoria Republicana es una realidad más plausible cada día que pasa.