martes, 25 de diciembre de 2007

ELECCIONES USA 2008




Nos encontramos inmersos en el proceso electoral más apasionante del mundo: las presidenciales de EE.UU. Desde hace meses los candidatos de ambos partidos se afanan en lanzar sus mensajes, viajar, debatir, recaudar fondos, impulsar sus campañas, e intentar captar el voto y el mayor número posible de delegados. Todo esto se irá materializando en los caucus y las elecciones primarias, donde se elegirán a los compromisarios, que han de conducirnos a las convenciones nacionales en agosto y septiembre de 2008, donde se elegirán los candidatos electorales para la presidencia y la vicepresidencia.

La campaña está siendo intensa, apasionante, y los debates que han mantenido hasta ahora todos los pre-candidatos, han ido arrojando luz sobre lo que cabe ir esperando de cada uno de ellos. Algunos ya se han descolgado de la carrera o lo harán en breve, y sólo los más fuertes y sólidos afrontarán las primarias hasta el final.

Pero ¿quién va a resultar elegido finalmente? A fecha de hoy, parece que el Partido Demócrata se inclina por Hillary Clinton, que pese a sus posturas acomodaticias en algunos temas y su actitud, tiene un mensaje más “presidencial” y articulado que sus compañeros de partido; Barack Obama, la esperanza demócrata, va ganando madurez política semana a semana, está recomponiendo su campaña y mensaje a marchas forzadas, con algunas mejoras notables, y se codea ya en las encuestas con Hillary. John Edwards trata algunos de los temas clásicos que han preocupado siempre a los Demócratas, la pobreza y la ayuda a los desfavorecidos; la clave está en ver si lo hace suficientemente bien para tener más gancho electoral del que tiene.

El Partido Republicano cuenta con un numeroso grupo de excelentes candidatos, sólidos y fiables, que darán la batalla hasta el final. Si hacemos caso de los debates mantenidos, los perfiles, y las encuestas de opinión, candidatos como Rudolph Giuliani, un líder indiscutible, Mike Huckabee, en ascenso por méritos propios, o Mitt Romney, un hombre moderado y excelente gestor, están mejor colocados que otros. Pero el semillero de ideas y liderazgo que es el Partido Republicano puede alterar esta tendencia. Ahí están Fred Thompson, o el veterano de guerra John McCain, cuyo sólido mensaje, de gran calado político, “presidencial”, y coherente, puede resurgir en cualquier momento.
La variedad de candidatos y programas ha hecho posible un animado debate hasta ahora, pero la hora de la verdad se acerca con los caucus de Iowa y las primarias de New Hampshire en el horizonte. Tres candidatos se perfilan como posibles grandes contrincantes de los Demócratas: Rudy Giuliani, Mitt Romney, y Mike Huckabee. Tres políticos con carisma, apoyos, e ideas. Cualquiera de los tres puede dar la batalla a los Demócratas con muy serias posibilidades de victoria final.
Tampoco debemos olvidar a los que serán elegidos para la vicepresidencia, tanto en un partido como en otro, nombres que pueden aportar votos, prestigio y más oportunidades de victoria a los tickets electorales que se formen en las convencionales nacionales.

Las elecciones presidenciales en EE.UU nos enseñan que durante la carrera electoral puede suceder de todo. Cada palabra, acto, imagen, idea, gesto, viaje, y movimiento, es fundamental en el camino a la Casa Blanca. Como ya se está demostrando en estas tempranas primarias.
Nada está escrito todavía. Con casi un año por delante, la política americana es imprevisible.
Cualquier suceso puede alterarlo todo. Los candidatos deberá pelear su derecho a ser el “Comandante en Jefe” y el Presidente de los Estados Unidos con cada una de sus intervenciones. Es un proceso largo, duro, cambiante e influido por mil acontecimientos de diversa índole.

Que las elecciones se presenten abiertas para los candidatos a la Presidencia de ambos partidos, con igualdad de oportunidades, es el mejor regalo para la democracia y una ocasión única de asistir al más vibrante proceso electoral existente, llamado a cambiar el mundo en los próximos cuatro años.
Gane quien gane las elecciones de 2008, la democracia americana habrá ganado en el camino, y de paso, habrá fortalecido el liderazgo de la nación que imprime su influencia en todo el mundo.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Best sellers de calidad


Es habitual leer y escuchar todo tipo de críticas contra los denominados best sellers. A menudo se generaliza y se trata a todos por igual, desprestigiando la literatura comercial.
Sin embargo, hay muchos best sellers que tienen una indudable calidad literaria, novelas que están a la altura de la considerada literatura “seria” e incluso la superan. Pero el prejuicio sobre los best sellers sigue en la calle, en las secciones de literatura, en los programas especializados, en algunas opiniones de la gente, de los críticos literarios, en los foros de Internet, etc. Pocos dan un paso al frente e identifican calidad con best seller, como si el término en sí encerrara ya una categoría inferior. Un gran error de quienes miran por encima del hombro este tipo de libros, porque hay obras que aúnan calidad literaria y un interés comercial evidente, que las convierten en fenómenos editoriales dignas de ser leídas.




No debemos tener miedo a hablar de best sellers de calidad, de leer best sellers, y comprar best sellers. Es cierto que en el saturado mercado actual, hay obras pésimas y prescindibles, algunas de ellas incluso entre los libros más vendidos. Eso es innegable. Pero es igualmente cierto que hay auténticas joyas literarias que deberían ser de recomendable lectura, como lo son otros clásicos de la literatura. Incluso novelas que, sin ser obras maestras, son realmente muy buenas.
No debemos olvidar que Mark Twain, por poner un ejemplo, fue denostado en su día por su literatura demasiado comercial. Y hoy día es considerado uno de los padres de la literatura norteamericana.

Otro aspecto que hay que tener presente cuando leemos un best seller de calidad, es que habitualmente hay un enorme trabajo detrás, en tiempo y esfuerzo, no sólo por parte del autor, que por supuesto así es, habiendo podido dedicar años en la tarea de documentación y redacción del manuscrito, sino de un equipo de gente que trabaja intensamente en todos las fases que implica la edición de un libro: desde el editor que arriesga su dinero y prestigio profesional, apostando por un autor; el director editorial, que gestiona y coordina todo el proyecto; pasando por los correctores, que someten a continuas revisiones cada manuscrito; los diseñadores de portadas, que hacen un alarde de creatividad; los maquetadores, los publicistas, y terminando en los distribuidores, los comerciales, y relaciones públicas de la editorial. Todos y cada uno de los miembros del equipo, contribuyen sustancialmente a que una novela, creada de la mente y la mano del escritor, se publique en las mejores condiciones posibles y se convierta en un best seller de calidad.

Es hora de que olvidemos los prejuicios acerca de este tipo de literatura comercial y la leamos con respeto e interés, reconociendo las buenas obras que a menudo ocupan las estanterías.
La literatura comercial tiene un amplio espectro de temas, que a menudo son tratados con rigor. No temamos, pues, ni nos avergoncemos de leer best sellers, los hay excelentes, y sin duda muchos serán considerados clásicos en un futuro.

Entretanto, disfrutemos de los mejores libros que la literatura contemporánea aporta al mundo. Sin prejuicios, tópicos ni ideas preconcebidas.