Como si de una partida a la ruleta se tratara, los caucus y primarias de Nevada, celebradas el 19 de enero, han repartido suerte entre los aspirantes presidenciales. Y el premio gordo se lo han llevado Hillary Clinton y Mitt Romney, que avanzan en su campaña por conquistar el mayor número posible de delegados.
La victoria en este Estado del Oeste viene marcada por los temas que han polarizado la atención, y que podrían convertirse en centro de debate. La economía es el tema, es el asunto que empieza a perfilarse como de mayor interés para la ciudadanía y para los candidatos. ¿Por qué? La sombra de una posible recesión, anima a que las propuestas se pongan encima de la mesa. ¡Hagan juego, señores! La gran tienda de las ofertas económicas se ha abierto y esto no ha hecho más que empezar. Los programas de ayuda millonarios para los afectados por las hipotecas basura, también compiten. Hillary ofrece 30.000 millones y Obama 75.000 millones de dólares, y encima acusa a Clinton de copiarle el proyecto por incluir devoluciones fiscales para los trabajadores, cuando él proponía desde mucho antes el recorte de impuestos para las familias de bajos ingresos.
¡Hagan juego, señores!
Es significativo que sea la economía la que empiece a centrar la atención, porque esto puede aumentar las posibilidades de victoria final para candidatos como Clinton y Romney, que saben moverse en estas agua cual peces experimentados. En particular, Mitt Romney tiene mucho que ganar si los derroteros se inclinan por los aspectos económicos. Con su destreza y dominio de la gestión empresarial, con algunas muy buenas propuestas económicas en su agenda, y un perfil en lo económico que le aúpa considerablemente sobre el resto, Romney puede estar más que satisfecho con este devenir del debate. Aquí ha tenido el buen tacto de asegurar que consultará con la industria minera local antes de abordar una posible reforma de la minería.
En Nevada, el centro del juego, se ha incorporado de pleno el tema económico a la campaña electoral. Y otro dato a tener en cuenta. La incidencia del voto hispano, que se ha inclinado por Hillary sobre Obama. Si bien, esta victoria ha sido por un margen no demasiado holgado, un 5%, lo que da mucha vida aún al Senador por Illinois.
Romney ha arrasado a sus rivales con un 52% de los votos y ya ha viajado a Florida para seguir la campaña allí de cara a las primarias del día 29 de enero.
Mientras tanto, en Carolina del Sur, John McCaine se ha vuelto a pasear y ha dejado a Mike Huckabee segundo. El Senador por Arizona ha centrado su discurso en estas tierras sureñas en tres puntos de la máxima importancia, que además domina con solvencia: la asistencia sanitaria para veteranos de guerra, la defensa de los recortes en los impuestos y el gasto público, y la Seguridad Nacional y el éxito de la nueva estrategia militar en Iraq, de la que él fue un sólido partidario.
Además de los delegados que cada candidato se ha llevado de Nevada y Carolina del Sur, son especialmente importantes los temas que empiezan a definir el perfil de las elecciones. Las propuestas concretas y los programas electorales son una realidad. Ya podemos empezar a vislumbrar el corte característico de cada candidato, en suma, la agenda que puede desarrollar cada uno desde la Casa Blanca.
Y no se engañe, no hay apuesta más alta que ésa en la mesa de juego.
domingo, 20 de enero de 2008
¡HAGAN JUEGO, SEÑORES!
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